Las acciones militares de Rusia en contra de Ucrania ya están afectando, en principio, a los mercados mundiales, incluyendo México. Pero, seguramente tendrá repercusiones sobre la economía real por diversos mecanismos de transmisión.
Las bolsas de valores de Estados Unidos cayeron hasta más de 10%, mientras que los precios del petróleo subieron más de 10% y llegaron a superar los 100 dólares por barril. La bolsa de Rusia llegó a caerse alrededor de 50% en esta coyuntura. El máximo histórico del WTI fue en junio de 2008, con 139 dpb, nivel que ahora podría ser rebasado si el conflicto se prolonga o se agrava.
En México, nuestro mercado accionario resintió el efecto y llegó a caer más de 5%, aunque se recuperó en los últimos tres días de febrero. Las expectativas son negativas, dependiendo de la evolución del conflicto.
Por su parte, el tipo de cambio, que se había mantenido fuerte, hasta 20.25 pesos por dólar según Banxico, cerró febrero en 20.43 pesos y se aprecia 2.1% en el mes. En un escenario adverso, esta cotización superaría los 23 pesos. Como en otros eventos, sería coyuntural, siempre y cuando el conflicto sea resuelto.
Presiones inflacionarias en Estados Unidos y México
La gran mayoría de los precios de los commodities van al alza. Si esta tendencia se prolonga, nuevamente veremos sus efectos sobre la inflación, especialmente en Estados Unidos. Esto se transmitirá hacia México y es posible que veamos nuevas alzas en la inflación interna. Según el INEGI, la inflación está ahora alrededor de 7.2% anual, misma que retomaría su tendencia alcista en los siguientes meses.
En enero, el conglomerado de las materias primas mundial creció 39% anual. Si esta coyuntura se complica, sus alzas serían nuevamente superiores al 60%, lo que podría sumar dos o tres puntos porcentuales a la inflación de Estados Unidos, pudiendo ubicarse por arriba de 9% en unos meses.
En México, los combustibles representan 6% de la canasta del INPC. Sin embargo, y a diferencia de Estados Unidos, el repunte del petróleo internacional no se refleja proporcionalmente sobre nuestros combustibles locales. Ello, debido a que el gobierno asumiría los costos a través de subsidios.
Sin embargo, por efecto de los demás insumos y si el conflicto se prolonga o se agrava, nuestra inflación podría elevarse cerca de dos puntos en pocos meses, hacia 8.5%.
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